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Siempreviva: Prohibir el matrimonio infantil

En varios Códigos civiles se mantiene el matrimonio infantil de mujeres menores de 18 años, lo que quiere decir niñas. Y es que todavía se permite que con la autorización de padres y/o tutores ellas puedan contraer matrimonio. Este es un gran reto para la legislatura -ante la cual ya presentamos la diputada Maricela Contreras y una servidora- una iniciativa para prohibirlo y que posteriormente, todos los estados de la República hagan lo mismo. Y es que los casos de matrimonio infantil son dramáticos, menores de edad que no han vivido como tales.

El Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) define el matrimonio infantil como un matrimonio formal o unión informal antes de los 18 años. Este fenómeno es una realidad que afecta a las niñas de manera más desproporcionada. En su informe, Progreso para la Infancia de 2010, dicha agencia de Naciones Unidas sostiene que alrededor de una tercera parte de las mujeres de 20 a 24 años de edad a nivel mundial se casaron cuando eran niñas; precisa que si bien los datos de 47 países muestran que, en general, la edad mediana del primer matrimonio está aumentando gradualmente, esta mejora se ha limitado principalmente a las niñas de las familias con ingresos más altos e informa que mientras que el 48% de las mujeres de 45 a 49 años de edad se casaron antes de cumplir los 18 años, la proporción sólo ha bajado a 35% de las mujeres 20 a 24 años de edad.

El matrimonio infantil es una norma social discriminatoria y violatoria de los derechos humanos porque pretende reducir la carga económica que representan las niñas y adolescentes en las familias pobres.

Esta práctica profundiza las brechas de desigualdad y marginación, condenando principalmente a las mujeres, porque alienta el embarazo prematuro y sin espaciamiento; fomenta la preferencia del varón en la educación; fomenta la deserción escolar en niñas y adolescentes; circunscribe a las mujeres a las tareas domésticas, privándolas de elegir una actividad fuera del hogar; aumenta el riesgo de que su bebé muera en su primer año de vida es de un 60% más que el de un bebé nacido de una madre mayor de 19 años.

            En México, de 2005 a 2012, los matrimonios infantiles aumentaron seis por ciento. De acuerdo a cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía, cada año más de 113 mil niñas entre los 15 y 18 años se casan en el país, es decir, una quinta parte del total de los matrimonios a nivel nacional, estimándose que aproximadamente 389 mil niñas y niños entre 14 y 17 años están casados o viven en unión libre.

La Encuesta Nacional de la Dinámica Demográfica 2014 da cuenta de que la proporción de mujeres adolescentes entre 15 a 19 años que viven en unión libre o matrimonio, representa 15 de cada 100; lo que quiere decir que en México hay 6.8 millones de mujeres entre los 15 y 54 años que contrajeron matrimonio antes de los 18 años. De las mujeres de 50 a 54 años 25.3% se unieron antes de los 18 años, mientras que en el grupo de edad de 20 a 24 años este porcentaje es de 21.4%.

Actualmente, el Código Civil Federal permite a mujeres mayores de 14 años y a los hombres mayores de 16 contraer matrimonio, siendo México uno de los 52 países que permiten esta unión legal entre menores con el consentimiento de sus padres, a pesar de que el 4 de diciembre de 2015 fue publicada la Ley General de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes expresa que en su Artículo 45, titulo segundo expresa: Las leyes federales y de las entidades federativas, en el ámbito de sus respectivas competencias, establecerán como edad mínima para contraer matrimonio los 18 años.

Por ello, propusimos reformar el Artículo 48 y quedar de la siguiente manera: Artículo 148.- Para contraer matrimonio es necesario que ambos contrayentes sean mayores de edad.

El matrimonio infantil es violatorio de los derechos humanos de niñas y adolescentes, por ello, estamos a la espera de garantizar el derecho a una vida libre y a la libre elección, y se apruebe esta iniciativa que puede cambiar las vidas de las menores que son forzadas a semejante atrocidad.

Por María Candelaria Ochoa Ávalos
Publicado originalmente en MX Política