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La gente está cansada que en campaña prometen y ganan y no cumplen ni vuelven

Por: Redacción (@ProyectoDiez)

1 de junio de 2015. Se llama María Candelaria Ochoa Ávalos y nació en Etzatlán. Estudió psicología, realizó una maestría en sociología y otra en Género y Políticas Públicas. También hizo un doctorado en ciencias sociales. En la academia la conocen como especialista en temas de género. Muchos dicen que es feminista. Y sí, lo es. Ella se asume como feminista y desde que se acuerda ha defendido eso que se llama equidad de género, es decir, que hombres y mujeres tengan las mismas oportunidades laborales, sociales, económicas, y que esto sea así en todos los ámbitos de la vida cotidiana. Tan se ha adentrado en estos asuntos que forma parte del Centro de Estudios de Género de la Universidad de Guadalajara y lo dirigió durante algunos años.

Hace cinco años no se imaginaba como diputada, ni como regidora, ni dentro de una administración pública. Las cosas se fueron dando así, simples, casi sin pensarlo, casi de forma natural.

Cuando Salvador Caro fue candidato a la presidencia de Guadalajara en 2012, a Candelaria o Cande, como casi todos le dicen, la invitaron para que formara parte de la planilla de regidores. Caro no ganó la presidencia de Guadalajara, pero con los votos conseguidos se lograron obtener 3 regidurías. Cande ocupó una de ellas.

Candelaria no es una persona que se enroló en la política partidaria desde joven. No, Cande tiene, digamos, una experiencia más social. Y no es que está mal que la gente se integre a la política así desde que va saliendo de la secundaria, o de la prepa, y que de ella viva y que para ella viva. No, claro que no, pero la biografía de Cande es distinta, es diferente.

Ella siempre ha estado en el lado de los movimientos sociales. De ahí y de la academia es de donde proviene. Porque ambas experiencias, aunque muchas las pongan como distintas, o que no van juntas, la realidad es que son complementarias. Ha participado en movilizaciones para defender a las mujeres, para hacer de este mundo uno más equitativo. Sus trabajos académicos también van encaminados a ello. Ha hecho estudios sobre pobreza, sobre las formas en cómo ésta afecta más a las mujeres que a los hombres. Ha analizado cuestiones de género en las labores legislativas y ha trabajado mucho el tema de los derechos humanos.

Es decir, Candelaria no es una figura política que piensa desde la arena política, sino que ella piensa y tiene la experiencia de los ámbitos académico y social. Digamos que eso la hace un perfil muy particular. Por eso, durante el tiempo que ocupó una regiduría en Guadalajara, sus acciones no fueron ocurrencias, o buenas intenciones, sino que se caracterizaron por plantearse bajo una perspectiva de la participación social y la investigación científica.

En Proyecto Diez le realizamos una entrevista a Candelaria Ochoa, quien en septiembre próximo se convertirá en diputada federal.

¿Cómo evalúas tu gestión como regidora?

Me deja buen sabor de boca. Logramos muchas cosas, pero quisiera resaltar tres que para mí son muy significativas porque se aprobaron por unanimidad:
El primero, fue la apertura de la casa de medio camino, un refugio para mujeres víctimas de violencia y su familia, esto es muy importante en una ciudad como Guadalajara. Esta casa no fue una ocurrencia. Para llevar a cabo el proyecto realizamos un amplio diagnóstico, en el cual me apoyó de forma muy especial María Elena García. Con dicho diagnóstico pudimos tener cifras que nos guiaron en la propuesta presentada, por ejemplo, cuáles eran los casos de violencia que más se reportaban, en qué zonas, en qué colonias, con cuánta frecuencia, etcétera.
El segundo logro que quiero destacar es la aprobación del reglamento contra toda forma de discriminación, y que sienta un precedente, pues a pesar de que en Jalisco no tenemos una ley contra la discriminación, en Guadalajara contamos con un reglamento adscrito a la Ley federal sobre el tema.
Y el tercero, es el reglamento contra la violencia hacia las mujeres, que también para mí es muy importante porque en muchas ocasiones los funcionarios tanto al interior del ayuntamiento como en la atención que brindan, agreden a las mujeres. Entonces, el reglamento permite que en Guadalajara en la atención hacia las usuarias de servicios públicos, no exista violencia y de existirla, se sancione, como aquella en donde hay omisiones en la atención a las víctimas.
A estos logros habría que agregar la participación constante que tuvimos, para que la práctica de la transparencia se hiciera realidad, porque la titular de esta instancia no ha sido transparente en su labor. También luchamos para que en Guadalajara se castigara la corrupción y siempre manifestamos que era importante tener una política institucional contra la corrupción.
Candelaria Ochoa, diputada federal electa por el distrito 9.
Candelaria Ochoa, diputada federal electa por el distrito 9.

¿Cómo evalúas la gestión de Ramiro Hernández al frente del ayuntamiento de Guadalajara?

Fue una presidencia que heredó muchísimos vicios y deudas. Guadalajara es una ciudad que debe cerca de 2 mil 200 millones en deudas con bancos, que todavía no tenemos la información clara de a cuántos años está pactada y qué interés genera. Además se tiene una deuda a proveedores y una de laudos, que asciende a casi 5 mil millones de pesos. Esto no se resolvió en esta administración.
El presidente encabezó una administración muy acotada por la anterior, la que dirigió el actual gobernador [Jorge Aristóteles Sandoval Díaz], en la cual se hicieron muchísimas cosas mal que afectaron y convirtieron a esta administración en una gris y carente de propuestas.
¿Qué significa el triunfo de Movimiento Ciudadano en Guadalajara y en varios municipios de la ZMG?

Para mí, esta elección me deja tres lecciones.
La primera es que se demostró que la gente es progresista y tiene deseos de cambio. Esto para mí es muy importante. Los ciudadanos aprendimos que con el regreso del PRI no había futuro. El PRI y el PAN fallaron, de eso no cabe la menor duda. Y la gente los echó.
Lo segundo que nos dejó esta elección es que una experiencia nueva, como la que representa Enrique Alfaro y quiénes acompañamos este proceso, significa una esperanza de que se pueden hacer las cosas bien.
Y la tercera es que a pesar de la guerra sucia, del PRD, del PRI, del PAN y de todos los partidos que son pequeños y comparsas de los poderosos, la gente no se dejó engañar. Esto nos muestra que cada vez se adquiere más consciencia y que le dan mucha importancia a su participación
Yo esperé 30 años esto que pasó el 7 de junio. Para mí cuando el PAN ganó en 1995 no representó un cambio. ¡Ahora sí! Fue una espera de largo tiempo pero creo que llega en su momento.
¿Cómo te fue el la campaña que realizaste en el distrito 9?

Estoy satisfecha con lo que realicé en el distrito 9: toqué puerta por puerta, que para mí era muy importante, pues puede ver a la gente a la cara, mirarla a los ojos. Hicimos propuestas novedosas y que conocemos, no ocurrencias ni mentiras, como otros candidatos hacen. Para mí el tema de las mujeres no es un tema electoral, es un tema que ha sido parte de mi vida durante muchos años. Y lo creo en serio, no es oportunismo.
Me ayudó mucho conocer a la gente que habita en el distrito 9, que es la gente trabajadora de la ciudad, que va a las fábricas, al servicio público, que tienen también pequeños talleres, etcétera. Es una zona donde hay mucha marginación, mucha pobreza. Por ellos voy a trabajar fuerte, con ganas. Para mí fue una grata experiencia la pasada campaña, porque los habitantes del distrito 9 me apoyaron, y no les voy a fallar.
¿Cómo lograste trasmitir tus propuestas a la gente que habita en el distrito 9, a sabiendas que el tema de equidad de género es muchas veces rechazado por sectores afines a la derecha?

El discurso de la equidad tiene muchas ataduras porque la derecha se ha encargado de transmitir telarañas y señalamientos falsos. Por eso ideamos formas novedosas para que la gente supiera qué es eso de la equidad de género. Por ejemplo, organizamos obras de teatro y a través de ellas transmitimos a la gente la importancia de atender la familia y evitar la violencia sexual contra las niñas y los niños. Eso fue muy importante y nos permitió mostrar qué es lo que queremos y por qué luchamos.
Nosotros no regalamos ningún objeto para comprar votos, eso lo rechazamos absolutamente. Nuestras actividades tuvieron un sentido político, solamente repartimos volantes informativos en los que se mostraba mi perfil y las propuestas como diputada federal.
¿Cómo te recibió la gente en el distrito 9 durante la campaña?

Me recibieron muy bien, me sorprendió mucho la forma en cómo me trataron; la gente está muy cansada de que vayan y les prometan y les prometan, y ganan y no cumplen y nunca vuelven. Nosotros ya estamos haciendo un plan para regresar al distrito; primero a dar las gracias y segundo para hacer verdaderamente una propuesta participativa para que la gente del distrito pueda hacernos llegar sus ideas y para discutirlas con ella.
Algo que me sorprendió en mis visitas al distrito y que me llamó mucho la atención fue la aceptación de los niños y las niñas. ¡Fue increíble! Los niños y las niñas me abrazaban, decían que me querían, que yo era muy buena, me hicieron cartas. Fue una cosa ¡muy bonita!
Otra cuestión que me llamó mucho la atención es que cuando yo llegué a tocar las puertas la gente me decía que estaba muy desilusionada de quienes los han representado. No sabían quiénes eran sus diputadas federal y local. Yo les decía, “¿en serio no las conocen?” Entonces les mencionaba que mi nombre no se les iba a olvidar, y mi presencia tampoco, porque voy a regresar y les voy a dar mucha lata, porque les voy a pedir que participen, que haya desde el distrito hacia mí una participación muy activa.
Una cosa que a mí me enoja, es que los diputados prometen cosas que tiene que hacer el municipio. Yo les decía que las responsabilidades de los diputados federales son dos. Una, hacer buenas leyes que le sirvan a la gente, y otra, es el control del presupuesto público, es decir, cuántos impuestos se cobran, cómo se los cobran y cómo se van a gastar. Para mí es básica esa labor de los diputados federales, pero la gente no lo sabe. Muchos legisladores prometen a la gente que solucionarán problemas que le competen al ayuntamiento, y claro, nunca los solucionan.
La gente lo que tiene cercano es el municipio, por eso te piden la poda del árbol, el bache, la calle intransitable, problemas en los panteones, el agua, la seguridad, realmente ahí es cuando uno se da cuenta que los municipios tienen una grave carencia de servicios, y que en particular este ayuntamiento 2012-2015 no resolvió los problemas de la gente. Yo pienso que ahí Enrique Alfaro va a tener una gran tarea.
¿Cuáles son tus perspectivas en la Cámara de Diputados?

Hay mucho por hacer. Pienso trabajar en temas que tengan que ver con mejorar la calidad de vida de las personas, para eso son los recursos públicos. Es decir, temas de política social, de programas que se desarrollan para dignificar la vida de los ciudadanos, y en especial enfocados al tema de las mujeres. También buscaré que se mejore en el país la transparencia, la rendición de cuentas y que existe un efectivo y real combate a la corrupción.
Candelaria Ochoa, en un acto de campaña el pasado mes de mayo
Candelaria Ochoa, en un acto de campaña el pasado mes de mayo

¿Cómo no caer en lo que muchos políticos caen? ¿Cómo no perder piso, cómo nos transformarse en un funcionario público de esos que tanto criticamos?

Lo primero que tengo que decir es que yo no estoy en la política por dinero, yo estoy aquí porque quiero dignificarla, y una muestra de ello fue mi gestión como regidora en el Ayuntamiento de Guadalajara, en donde cada vez que promoví propuestas e iniciativas, las traté de discutir con el mayor número de personas. Realizamos varios foros, en donde la gente opinó sobre los reglamentos, sobre la casa de medio camino, de transparencia y combate a la corrupción. Voy a seguir haciendo eso. La vinculación para mí es muy importante.
La otra tarea para no convertirse en una política tradicional y fantoche es la vinculación con el distrito nueve. Cuando yo presente iniciativas van a ser producto de lo que ellos me manden. Las vamos a consultar. Vamos a generar interacción. La gente va a ser consultada permanentemente. La gente no es consciente que el tema de los impuestos, las pensiones, la creación de empleos y la calidad de los servicios que brinda el seguro social, entre otros, son tarea de los diputados federales. Los diputados deben ser un verdadero contrapeso de los otros poderes, para poder controlar los abusos.
Voy a mantener mecanismos de participación, y todos estarán incluidos. No voy a trabajar solamente para los que votaron por mí, sino para todos. Sí, todos van a ser consultados, todos podrán opinar. El proyecto del cual formo parte es un proyecto incluyente. La gente es la que manda. No me voy a alejar de ella. No les voy a fallar.