Mujeres MORENA Jalisco presentan la Red de Defensa contra la Violencia Política

Mujeres MORENA Jalisco presentan la Red de Defensa contra la Violencia Política

Es primordial asegurar y garantizar el ejercicio de los derechos político-electorales de las mujeres durante la jornada electoral y en todo momento.

Mujeres militantes y simpatizantes de MORENA presentaron la Red de Defensa contra la Violencia Política, con el objetivo de que ninguna mujer pre o candidata viva violencia política durante el proceso electoral del 2021.

A pesar de los adelantos legales de sanción y de capacitación que se han logrado, la violencia sigue sucediendo; en consecuencia, la Red de Defensa contra la Violencia Política ha decidido ponerle un alto, considerando que para detener la violencia no hay mejor medida que la sororidad, la denuncia y el acompañamiento entre mujeres.

Mencionaron que: “La política sigue siendo un espacio sumamente violento para los derechos de las mujeres, y hemos sido testigas de cómo esa misma violencia aumenta durante los procesos electorales; lo vivimos en el 2018 y en muchos años anteriores”.

“Nadie nos ha regalado nada, todo lo hemos ganado y lo hemos ganado desafortunadamente a través de la impugnación o por acciones interpuestas ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación. Hacemos un llamado a todas las mujeres y también a todos los hombres para que en este proceso electoral no se ejerza violencia política contra ninguna mujer de ningún partido, ni entre las mujeres”, sentenció Candelaria Ochoa.

En esta rueda de prensa estuvieron presentes la Dra. Candelaria Ochoa Ávalos, ex titular de la CONAVIM; Sofía Lameiro, militante de Morena, feminista y activista de la igualdad republicana; Liliana Olea, fundadora de Mujeres de Cambio Tonalá; Érika Pérez, diputada local y coordinadora de la bancada de Morena en el Congreso del Estado de Jalisco; Verónica Lomelí, regidora del municipio de Poncitlán, activista defensora de las comunidades que día a día luchan por sobrevivir a los daños en su salud a causa de la toxicidad del agua de la cuenca Lerma-Chapala-Santiago; Blanca Vargas, colaboradora activa de la asociación civil sin fines de lucro, “México Me Uno”, así como integrantes de diversas agrupaciones.

Esta Red proponen una serie de acciones para prevenir la violencia política en el proceso electoral del 2021:
1. Manual de acciones para prevenir la violencia política.
2. Crear una red de abogad@s especializadas en defensa de los derechos políticos de las mujeres y presentar las denuncias y acompañamiento cuando así se requiera.
3. Difundir el Protocolo para Prevenir y Sancionar la Violencia Política.
4. Capacitar a tod@s l@s pre y candidat@s en entender y comprender qué es la violencia política, cómo afecta los procesos políticos y por qué se debe prevenir, atender y sancionar.

“Hacemos un llamado a las autoridades electorales correspondientes, para que estén pendientes y alertas para garantizar la participación política en igualdad y respeto. Además, les conminamos a sumar esfuerzos para erradicar las acciones machistas y discriminatorias que han sufrido muchas mujeres en nuestro estado. Muchas mujeres se han detenido de señalar la violencia política que sufren porque no saben a dónde acudir”, señaló Erika Pérez, coordinadora del Grupo Parlamentario de MORENA en el Congreso de Jalisco.

Además, apelaron a las autoridades electorales correspondientes, a estar alertas para garantizar la participación política en igualdad y respeto, y les conminamos a sumar esfuerzos para garantizar condiciones de igualdad y paz para todas las mujeres.

“Tenemos una autentica preocupación por las mujeres en el proceso electoral por eso queremos invitar a las mujeres a que nos organicemos a través de esta Red para poner un alto a la violencia política por razón de género que se recrudece durante el proceso electoral. Queremos que nuestro partido nos acompañe y no sentirnos solas durante esta jornada electoral”, sentenció Sofía Lameiro García.

La Red de Defensa contra la Violencia Política está abierta a las militantes y simpatizantes de MORENA y otras expresiones, y pretenden que sea un ejemplo activo para mejorar los procesos internos de prevención y denuncia tanto dentro de los partidos políticos como en las instituciones públicas encargadas de revisar estos temas.

Veronica Lomelí denunció sufrir violencia política por razón de género en Poncitlán, Jalisco, municipio del que es regidora y manifestó que interpuso una denuncia por esta causa ante el Instituto Electoral y de Participación Ciudadana quien dictó medidas cautelares contra del alcalde, Luis Miguel Nuñez López y el secretario general, Javier Zamora Reyes. Este caso seguirá hasta las últimas consecuencias en la Fiscalía de Delitos Electorales.

Por último, señalaron que hay una reforma constitucional que se aprobó en mayo del año 2019 que señala que todos los niveles de gobierno deben de impulsar la paridad en 50/50 y que se sumaran al recurso que se interpondrá en los próximos días porque no darán ni un paso atrás ni apoyaran lineamientos a modo que se acordaron con el Gobierno del Estado de Jalisco.

 

Mujeres militantes y simpatizantes de MORENA presentaron la Red de Defensa contra la Violencia Política, con el objetivo de que ninguna mujer pre o candidata viva violencia política durante el proceso electoral del 2021.
Mujeres militantes y simpatizantes de MORENA presentaron la Red de Defensa contra la Violencia Política, con el objetivo de que ninguna mujer pre o candidata viva violencia política durante el proceso electoral del 2021.

Siempreviva: Políticamente necesarias

Publicado en MX Político
Por María Candelaria Ochoa Ávalos

Aún sin ser suficiente, cada vez existe un mayor interés y preocupación por la situación de las mujeres en México, sin embargo, todavía el reconocimiento y la necesidad de fortalecer la lucha contra la desigualdad es limitada. Seguramente en este próximo proceso electoral, estará presente en prácticamente todos los discursos políticos, los partidos y sus candidat@s. Ello no nos garantiza el compromiso con una agenda que data desde 1995, producto además de años atrás: la Plataforma de Acción de Beijing, en la cual se abordó el tema de la participación política como uno de los ejes prioritari os.

En el párrafo 185, se especifica que La desigualdad en el terreno público tiene muchas veces su raíz en las actitudes y prácticas discriminatorias y en el desequilibrio en las relaciones de poder entre la mujer y el hombre que existen en el seno de la familia… El Estado mexicano se comprometió y firmó dichos acuerdos y está obligado a desarrollar políticas en la materia. Además, se reconoce que las mujeres dedican menos tiempo a la participación política, porque los compromisos con el desarrollo de las tareas domésticas no se distribuyen entre mujeres y hombres de manera igualitaria.

Discursivamente hemos ganado en posicionar el tema de la igualdad, desafortunadamente, todavía tenemos que garantizar que las mujeres seamos políticamente necesarias, es decir, mostrar que somos necesarias por nuestros conocimientos y capacidades y por el compromiso con las demandas de igualdad.  Las mujeres que hoy estamos en posiciones políticas y de representación, somos producto de esta nueva cultura, pero no todas estamos comprometidas con la lucha por la igualdad.

Igualmente se puede decir de los hombres, pero a ellos no se les cuestionan las capacidades y mucho menos los roles sociales, sexuales y domésticos de los que no se hacen cargo. Por ello bien vale la pena preguntarles a los hombres ¿en dónde están cuando las mujeres aspiran a esos cargos? ¿qué hacen esos hombres para fortalecer los lazos familiares? Requerimos que también ellos participen de manera activa en el afecto, cuidado y trato con los y las hijas.

Solo de esta manera, podremos generar prácticas de igualdad en la sociedad y en la familia, porque un país más democrático es aquel que disminuye en mayor medida las condiciones de desigualdad entre mujeres y hombres y en ese caso en México nos falta todavía mucho. Según el Foro Económico Mundial, México está en el lugar 99 de 134 países, y ocupamos el lugar 19 de los 20 de América Latina, sólo un lugar arriba de Guatemala que es el último. Este dato mide la brecha entre mujeres y hombres en el acceso a dichos recursos y oportunidades. Es necesario cerrar las brechas entre mujeres y hombres en los espacios de toma de decisiones: porque los poderes reconocidos como legales son masculinos: el poder político, el poder económico, el poder militar y el poder eclesiástico.

La equidad de género en la vida de mujeres y de hombres implica: compartir equitativamente el cuidado del hogar, el trabajo remunerado y los ingresos y la crianza y cuidado infantil; compartir equitativamente el tiempo de trabajo y de ocio; las decisiones políticas y las económicas.

Aspiramos a la igualdad como seres humanos y a la equidad como un reconocimiento a nuestras diferencias. La equidad, como la cualidad por la cual ninguna parte sea favorecida de manera injusta en perjuicio de otra, por ello, se hace necesario y urgente nuevos contratos sociales, que partan de una premisa igualitaria.

Siempreviva: Democracia y paridad

Por María Candelaria Ochoa Ávalos
Publicado en MX Político

Heidi Hartmann en su libro Un matrimonio mal avenido: hacia una unión más progresiva entre marxismo y feminismo, dice: es mejor un matrimonio más saludable o el divorcio. Y así ha pasado en la relación entre la democracia y la paridad. Y es que las y los políticos no sensibles “al género”, consideran que las cuotas y la paridad son una amenaza a la democracia, y en cierto sentido sí, porque la democracia liberal se olvidó de incluir a las mujeres, que somos las mitad de la población.

            Desde 1993 que se impulsa una primera reforma que “recomienda” a los partidos integrar a mujeres en sus listas de candidaturas, le siguieron reformas en 1996, 2002 y es en 2012, que se sienta jurisprudencia para establecer que los partidos políticos deberán integrar con personas del mismo género, sus fórmulas de candidatos titulares y suplentes a diputados y senadores por ambos principios. En el Parlatino[1] en 2014,  se discutió la paridad vertical como establecer en las listas plurinominales la ubicación de las candidaturas de mujeres y hombres, de manera alternada y secuencial (uno a uno) en toda su extensión y de modo descendiente tanto en los cargos de titulares como en los cargos de suplencias. Si se trata de listas partidarias uninominales, la paridad se cumple con la incorporación de candidaturas suplentes al otro sexo de quien detenta el cargo de titular. Y la paridad horizontal, como la participación equivalente de mujeres y hombres al encabezar las listas partidarias (primeros lugares). Cuando un mismo partido político y/o alianza se presenta en varios distritos electorales simultáneamente debe acordarse encabezar mujeres y hombres por igual.

            Para las elecciones de 2018, la paridad vertical y horizontal, serán una realidad.  La paridad vertical y horizontal, considerará la variable histórica o de rotación para encabezar las listas plurinominales y uninominales. Se trata de la alternancia inmediata de género entre un período electoral y otro. Si la lista fue encabezada por un hombre en el siguiente período deberá encabezarla una mujer y viceversa.

            De tal manera que la Norma Marco sobre paridad, pone en el centro la igualdad de resultados, entendiendo por ésta, la culminación de la igualdad legal y la igualdad sustantiva, tanto en lo cualitativo como en lo cuantitativo, haciéndola eficaz en la práctica y no basada en la noción de justicia procedimental.

            Para lograrlo, se requiere de un trato desigual, por ello, las medidas especiales de carácter temporal para alcanzar la igualdad sustantiva, son el pilar al que aspira la democracia paritaria en todos los ámbitos de la sociedad. Y reitero, es una medida democratizadora que implica la participación equilibrada de mujeres y hombres en todos los procesos de toma de decisiones en el ámbito público. Sin embargo, no puedo dejar de insistir que se requiere la paridad no solo en los cargos de elección popular: diputaciones, senadurías, regidurías, sindicaturas y presidencias municipales, se requiere también paridad en el ámbito ejecutivo y en el poder judicial, sino sólo tenemos una exigencia de paridad en uno de los poderes y queremos que esta se manifieste en los tres.

            Este debate se inscribe en la democracia y el feminismo radical, que no ve solamente al sistema político formal, sino al significado de impulsar una política democrática que aspire a la articulación de las diferentes luchas en contra de la opresión. Decían las feministas de los años setenta: no queremos la mitad del pastel, sino cambiar la receta. Y es que los valores de justicia social e igualdad de género están íntimamente vinculados. Queremos organizar y reorganizar la vida social en todas las dimensiones en las que vivimos la experiencia de ser humanas y humanos. Hasta ahora, los sistemas “democráticos” carecen de estos aspectos.

             Queremos recuperar y radicalizar los aspectos más progresistas de la democracia liberal – libertad, igualdad, autodeterminación y autonomía, además de una redefinición del bien común. Dice Fraser que  la base estructural de la subordinación de las mujeres en la sociedad capitalista, es la división entre la producción económica y la reproducción social, por ello, debe revisarse la relación profunda entre estas dos, sino, no será posible la emancipación de las mujeres.

            La democracia radical[2] significa crear una nueva cultura política y nuevos marcos de entendimiento que articulen estrategias para un proyecto de transformación social, que supere todas las formas de explotación, dominación y discriminación social y global. El neoliberalismo, los militarismos y fundamentalismos, nos excluyen, violan y deshumanizan, individual y conjuntamente, por ello, no puede haber democracia si no se reconoce la paridad en el marco de igualdad de resultados.


 [1] El PARLATINO reunido en su sede de Panamá  los días 4 y 5 de diciembre de 2014, con motivo de la conmemoración del Cincuenta Aniversario de su constitución, celebró, el ‘Encuentro Parlamentario: Mujeres, Democracia Paritaria’ y que contó con 173 participantes, parlamentarias/os, magistradas/os de Tribunales Electorales y representantes de diversas instituciones del Estado, así como mujeres de redes políticas de 16 países de la región.

[2] Chantal Mouffe: Feminismo, ciudadanía y política democrática radical. Debate feminista

Foro “Paridad Horizontal desde la Perspectiva Académica”

Atendiendo a la invitación de la diputada ciudadana Consuelo Robles, la diputada federal por Movimiento Ciudadano Candelaria Ochoa, acudió este jueves al Congreso de Jalisco para participar en el foro Paridad Horizontal desde la Perspectiva Académica con la ponencia, “Relaciones de amor y odio entre la democracia y la paridad”.

Como académica, compartió que en un grupo de trabajo con académicas han realizado trabajos para analizar la participación política de las mujeres y dieron seguimiento a las acciones en materia de cuotas y paridad, con el fin de conocer los  esfuerzos encaminados a lograr la igualdad sustantiva en la representación política.

La legisladora abordó el tema del fraude a la ley de cuotas de 2009 por parte de algunas mujeres, donde estas sucumbieron a las presiones  de los partidos políticos para ceder su lugar a hombres, sin embargo dijo, el fraude no solo fue consumado por ellas, sino que éste   “fue compartido por los hombres y las instancias partidistas, porque fueron ellos los primeros en “aceptar” las suplencias para luego ser titulares  o presionar a la renuncia de las mujeres y éstas, consintieron al sistema patriarcal”.

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La diputada hizo un recuento desde los incipientes esfuerzos para una primera reforma en 1993 hasta llegar al 2012  en que se sienta jurisprudencia para establecer que los partidos políticos deberán integrar con personas del mismo género, sus fórmulas de candidatos titulares y suplentes a diputados y senadores por ambos principios.

Hoy en día, acotó Ochoa Ávalos, se discute la paridad vertical y horizontal, que contempla la alternancia inmediata de género entre un período electoral y otro. Si la lista fue encabezada por un hombre en el siguiente período deberá encabezarla una mujer y viceversa. Se remontó a las feministas de los años setenta quienes reclamaban “no queremos la mitad del pastel, sino cambiar la receta”.

Candelaria Ochoa se refirió al concepto de democracia radical que proponen las feministas, como la eliminación de todas las exclusiones simbólicas y materiales; la justicia redistributiva y de reconocimiento, que requiere ser tratada de manera igualitaria y que se reconozca, apruebe y valide su especificidad; la paz y justicia local y global; el reconocimiento de los cuerpos políticos; y el reconocimiento y el diálogo con y entre diversidades.

Señaló que los hombres tienen la doble responsabilidad de reconocer que han sido beneficiarios del patriarcado y por tanto han ejercido privilegios como si fueran derechos. Subrayó la necesidad de que las mujeres que ocupan un cargo público, sean interpeladas para impulsar acciones de igualdad de las que se han beneficiado, además los hombres deben interpelarse a sí mismos y los partidos a los que pertenecen, lo que a la larga, afirmó, redundará en la ambicionada igualdad.